¿Cuánto cuesta encontrar a Wally?

where's Wally?Los libros de ¿Dónde está Wally? fueron más famosos en otra época, aunque en 2006 y este mismo año ha habido dos libros nuevos. ¿Dónde está Wally? En busca de la nota perdida se llama el último [ver en Fnac]. Ahora ya sabemos que las videoconsolas están a unos precios más accesibles y entre la plei, la güi y la equisbox los críos están más aborregados y las calles y los libros más abandonados. Yo mismo escribo esto desde una casa y no desde el balancín de la plazotela más cercana.

Pero a lo que iba. ¿Cuánto cuesta encontrar a Wally? Si me refiero al asunto de encontrar al personaje en los libros pues siempre tuvo su aquel. Yo recuerdo que en la biblioteca siempre tenías que protegerte del listillo que ya lo había mirado antes que tu para que no te fastidiara la búsqueda ni el mérito de encontrar al Wally. Había uno de cubiertas amarillas, no sé si el primero, que las tenía ya que se le caían de tanto abrirlo y cerrarlo. Y es que en la clase o biblioteca en la que estuviera un libro de buscar a Wally era de lejos el que primero quería coger cualquier niño, o niña.

Sin embargo los años han ido pasando, he ido aprendiendo a ahorrar, con mayor o menor éxito, y me he dado cuenta de lo caros que eran estos libros, arte y pedagogía al margen. El último cuesta unos 12.40€, que para un libro de veintiocho páginas y de dibujos, hablando como quien vende papel al peso, me parece un poco caro en comparación con El Asedio de 736 por 22.50€, El Viaje al Poder de la Mente de 250 por 19.50€ o El Secreto de 224 por 22€ —datos de los más vendidos en El Corte Inglés. Y ahora parecen más económicos, pero hace unos doce años llegué a ver uno de Wally por tres mil pesetas, que en aquel tiempo a cualquier padre que le pedías uno de esos libros, tras hojearlo y ver lo delgado que era solía reaccionar de dos maneras: «niño esto es una tontería» o «niño mira este, Don Quijote de la Mancha, por menos dinero y con años comprenderás lo bueno que es».

Así pues para el bolsillo de hace años de una familia normal estos libros eran caros para lo que los padres entendían por libro. Sin embargo tenían algo, que espero que los niños sigan sabiéndoselo ver, que nos atraía. Yo les llamaría didácticos, porque eran como un juego de atención y de estar analizando todo lo que Martin Handford era capaz de meter para esconder a Wally. Cierto es que un libro de lectura lleva su tiempo elaborar, y que hoy en día hay autores que escriben libros como churros en comparación con lo que tardaba en salir un libro de buscar a Wally con unas pocas páginas llenas de dibujos. Pero eran unos libros diferentes, como aquellos otros que páginas gruesas que tenían tiras de cartón que animaban el dibujo. Y eso sí que no ha cambiado, que lo que es diferente se paga, sea por el coste de hacerlo, calidad supuestamente sin igual, política de marketing, estatus social, afán consumista,.. Y no digo más porque quien no es aficionado a las bicicletas no entiende la diferencia entre una de 200€ y otra de 2000€, además del precio, así que mejor dejaré de cuestionar la justificación del precio de ¿Dónde está Wally? 😛

Imagen → where’s Wally? @ Flickr de red5standingby

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