El enjuague a la calle

El enjuague a la calle

Llevo toda la vida viendo esta práctica tan curiosa en algunas casas de playa y aún no la entiendo. Esta manera tan peculiar de ser muy limpio para la casa y un marrano para afuera, sobre todo para los vecinos. Y oigan, el patrón de los autores como su modus operandi suele ser siempre el mismo.

Casa de playa. Muebles muy bien cuidados y sin una sola mota de polvo. Suelo en el que uno casi se puede peinar de lo que refleja. Paredes como el primer día. Fachada bien conservada. Rejas que no conocen robín y pintadas cada año. Coche en garaje, o justo delante de la casa en su defecto, y que en caso de no haber sitio el dueño monta guardia hasta que quede y rápidamente coloca ahí el suyo. También impecable, como recién salido del lavado y engrase que él mismo le hace cada mañana. Propietarios normales, aunque a la vista aparenten ser y tener mucho más.

Llegan del baño. Vienen con los pies enjuagados de lo poco con agua dulce que la Administración ha dejado en las playas, sólo para los pies. No importa si el de la mañana o la tarde. Entran al atrio de la casa con mucho cuidado, como no queriendo untar nada. Echan mano de la manguera y se duchan de arriba a abajo, aunque sólo con agua todo sea dicho. Un reguero de agua con arena empieza a circular por la acera, de ella a la calzada y de esta sigue en un sentido u otro según la pendiente, o incluso se forma un charco. Cuando los señores consideran que ya están lo suficiente limpios como para poder acceder a la vivienda entonces pasan a limpiar el suelo sobre el que se han duchado, pero sólo el de su posesión claro. Así que todavía más agua para la calle.

Mocho

Mocho

No les importa si están en la calle más importante de la localidad, ni si ésta carece de desagüe. Ni la ausencia ni presencia de esas características justifica acción tan poco cívica. Se parece bastante a la típica de muchas mañanas en cualquier lugar de España, cuando la vecina bien temprano sale con el cubo lleno de agua sucia de haber fregado la casa y lo arroja también a la calle. Según gustos a la acera, la calzada o algún árbol al que se creen que le gusta el detergente.

¿Motivos? Los desconozco. No ensuciar la casa, no atrancar desagües, refrescar la calle o incluso aromatizarla —quien no vierte sólo agua con tierra—,.. ¿Qué piensan ustedes?

Imagen «Mocho» → Flickr de sergis blog.

4 comentarios en “El enjuague a la calle

  1. Primero de todo cambia el «huntar» que esa ‘h’ me quema la vista, que igual con la escayola le has dado a las dos teclas a la vez! 😉

    Segundo, yo tampoco alcanzo a entender exactamente todas esas «costumbres de playa». Parece que cuando llegas a un sitio «de verano» la gente ya puede hacer lo que quiere. A mí una de las cosas que más me molesta, (más que lo del agua) es lo que comentas de los sitios en la puerta. La de veces que me ha costado una discusión con los madrileños en Lo Pagán que se sacan la silla a la puerta hasta que el familiar llega con el coche…ainsss….en fin!

    Saludos!

    • ¡Gracias Julio, ya está corregido, y otra falta que había también! Jeje. El corrector ortográfico del Chromim no acaba de entenderse muy bien con el editor integrado del blog.
      Ya ves. Es que hay gente que viene por aquí de la capital del reino, creyéndose que somos paletos, y luego son precisamente ellos los zafios xD.

      Un abrazo.

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