Como una imagen vale más que mil palabras, nada mejor que éste vídeo sueco que muestra lo que llamamos hacer porra con un tractor y un método ingenioso de sacarlo.
Me ha traído muchos recuerdos. 😀
Como una imagen vale más que mil palabras, nada mejor que éste vídeo sueco que muestra lo que llamamos hacer porra con un tractor y un método ingenioso de sacarlo.
Me ha traído muchos recuerdos. 😀
«A unos les da por chupar candados» y a éste por, tractor en marcha, salirse de la cabina, despelotarse y lanzarse a la embaladora de heno para acabar hecho un Bob Esponja corriendo por el campo. Como dice el que lo ha subido a YouTube, no intenten esto en casa.
…para estas cosas quizás esté mejor Twitter y demás inventos que nos facilitan compartir cosas en cero coma, pero justo me he acordado de El Mosquitero y su reflexión sobre este tema.
Los otros días por San Javier me encontré por azar con la palabra garrofero escrita en el indicador de la Calle Garroferos como prueba la imagen.
A lo largo de los años me he encontrado con gente que me ha recriminado que esa palabra está mal dicha y que no existe. Yo tengo la costumbre de utilizarla por gran parte de mi familia que así ha llamado a la Ceratonia siliqua de siempre, alias algarrobo. ¿Mi familia es de pueblo y del campo? Pues sí, y a muncha honra como diría Súper Perrete. Además la RAE la acoge en su diccionario indicando que es como en Murcia se llama al algarrobo, y como muestra de su uso es por ejemplo el llamar a la calle del cartel garroferos en puesto de algarrobos en San Javier.
Según tengo entendido la palabra garrofero viene del catalán en donde creo que es garrofer, al igual que pasa con otra palabra como pésoles, que mucha gente de la Región utiliza para referirse a los guisantes, que en catalán es pèsols. Y sobre el por qué de esas palabras pues imagino que tendrán su justificación en los movimientos migratorios por el Levante a lo largo de nuestra historia. Además como ahora está de moda todo esto de la identidad de donde cada cual es pues nada mejor que seguir utilizando nuestras palabras, que ya tendremos tiempo de ir a otras zonas y no quieran hablarnos en el idioma común que nos debiera unir a todos los españoles. 😛
Como lo oye señora. Ecológicas y de secano. Con abonos naturales y agua de lluvia. Cultivadas en un roal de tierra a las afueras de Balsicas, que no concreto más para que no acudan los linces que cada mañana echan mano al coche y se recorren los bancales dándole vuelta al género. 😛 Fruto de una meticulosa selección de simiente por parte de mi señor padre.
«Venga rubias, que me las quitan de las manos», como diría mi amigo Juan José.
Sigamos cargándonos la agricultura nacional y la de nuestra Región de Murcia, que poco nos falta ya para conseguirlo. Es triste, pero hoy en día cada vez parece que es mayor la cantidad de personas que se piensas que la fruta —como los melones y las naranjas— y la verdura —como el brócoli y las alcachofas—, con ejemplos para los más borregos, crece en las estanterías de los supermercados. Que los del supermercado tienen por ahí unos maceteros escondidos con plantas en las que por la noche crece el género.
Cada vez son más los agricultores que se quejan del elevado precio de los productos en las tiendas y la miseria que le pagan a ellos. ¿Cómo puede ser que gane menos quién más tiempo ha dedicado y mayor riesgo a asumido con la producción del producto?. Pues así van las cosas. Y es que ya no es cuestión de que un año puedan estar las patatas españolas tiradas de precio en el bancal porque salen después que la francesa y muchos confiaron en que este año tuvieran buena venta y plantaran muchas, sino que encima vamos a las grandes superficies como Carrefour —francesa por cierto— y nos encontramos que la patata que nos venden es la francesa, mientras aquí hay agricultores a los que les sale más caro recogerla que dejar que se pierda y avisan a la gente para que quien quiera vaya y se coja patatas gratis. ¿Y la administración?. La administración, tanto regional como estatal, cruzada de brazos […] (continuar leyendo)