Que cada palo aguante su vela en el Mar Menor

Para unos parece que el Mar Menor sólo tuviera problemas desde 2016 debido a las desalobradoras que desembocan en la rambla del Albujón [La Verdad; La Opinión], para otros desde que el agua lleva turbia dos veranos, para otros desde antes debido a los nitratos que las lluvias arrastran a la ribera Sur de la laguna [La Verdad], para otros desde que se introdujo la primera embarcación a motor, para otros desde que se edificó la primera casa, para otros desde que el ser humano existe,.. Para cada cual desde que la contaminación le afecta en su playa y nada más que en la suya, como bien saben en las asociaciones de vecinos.

Administraciones (locales, autonómica y estatal), agricultores, ecologistas, vecinos y veraneantes llevan años tirándose de todo sin que nuestra laguna salada favorita mejore. Servidor ha ido plasmando por aquí desde 2009 cómo en el Mar Menor tenemos peores cosas que los chiringuitos, cómo la administración pareció adoptar la política de chiringuitos no y porquería sí, la novedad de las babosas en 2010, los estudios acerca de los vertidos en 2011, las redes antimedusas que barcos y ladrones de plomo boicoteaban en 2012 y cómo en 2014 la administración decidía excusar la porquería en algunas playas (y ahorrarse su limpieza) prohibiendo en baño en virtud del fartet.

Ya que dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí van unas fotografías en los años 2009, 2014, 2017 y 2018 de las inmediaciones del Club de Regatas Mar Menor o Puerto Deportivo Angel Villacieros (Los Urrutias, Cartagena, Murcia, Españistán), junto a la Colada del Mar Menor [Ayuntamiento de Cartagena].

Los Urrutias 2009 (2) […] (continuar leyendo)

De una madre abogado

Ser abogado es de las profesiones de las que peor he oído hablar fuera de casa desde que era pequeño. Pero me parece una vocación que requiere de años para ser valorada con justicia, y nunca mejor dicho, como los que mi madre me ha brindado.

Mis primeras nociones acerca de la existencia de esta vocación se remontan al repiqueteo por las noches de las teclas de una Hispano Olivetti —creo que Lexicon 80— combinados con mis llantos a la mañana siguiente cuando la mecanógrafa por obligación se marchaba a trabajar, muy en contra de mis deseos de hijo madrero. De por aquel entonces también tengo vagos recuerdos de carpetas de papeles de dos o tres dedos de grosor, a los que yo tenía terminantemente prohibido poner la mano encima so pena de azote por motivos obvios y mis vocaciones artísticas con las témperas, de las que alguna pared de casa daba fe. Además, ya en aquel tiempo para mí esos tochos de folios eran sinónimo de madre ocupada, motivo por el que les cogí mucha manía, deseando día tras día que dejasen de aumentar. A pesar de lo cual, más tarde invertiría mi odio para pensar que mejor cuanto más espesor tuvieran.

Sin embargo mi cercanía con la abogacía comenzó unos años antes […] (continuar leyendo)

El Bosco. Exposición del V centenario de su muerte

Detalle del Jardín de las Delicias

Detalle del Jardín de las Delicias / Wikimedia.

Bueno, pues hoy he visto en El Prado la exposición del Bosco con motivo del V centenario de su fallecimiento y os voy a contar un poco. Como diría Ángel Sanchidrián, pero sin su don para contar las películas ni haber sido exactamente en el presente día.

Con una iluminación focalizada en las obras con la que cuesta leer el folleto del museo si no es justo delante de ellas estorbando al resto de visitantes, y la climatización como si estuviera en modo eco, no comparto plenamente el montaje que ha hecho el museo para la exposición. Pero he de reconocer que en otros aspectos se lo han trabajo bien, como el hecho de haber reunido tantas obras de un artista de las características del Bosco y con las controversias sobre las autorías de unas cuantas de ellas.

La primera sensación que tuve […] (continuar leyendo)

Fartet, prohibiciones y porquería

Zona del Charco de la Vaca

Zona del Charco de la Vaca

Hace ya casi cinco años que comenté la increíble preocupación que parecía tener la administración con la erradicación de los chiringuitos en la costa, pero no así con la limpieza de la porquería. Porque hay y sigue habiendo peores cosas que los chiringuitos en nuestras costas, como la contaminación.

Sin embargo, con lo que he visto hoy ya me he quedado de piedra. Si bien los ecologistas siempre han vigilado con recelo a las empresas que han sido contratadas para limpiar lugares como el Mar Menor en las inmediaciones de Los Urrutias, manteniendo un pulso constante con las soluciones que estas y la administración proponían, parece que esta última ya ha tirado la toalla. Zonas que hace años se seguían intentando limpiar, aunque fuera con técnicas comparables a matar moscas a cañonazos, ahora ostentan unos cuantos carteles anunciando que están protegida por la cría del pez fartet (Aphanius iberus) y prohibiendo el baño. […] (continuar leyendo)

Donde acaba tu libertad

Empieza la mía. En ese preciso sitio es donde acaba tu libertad. Porque lo digo yo. Y me da igual si lo dictamina un juez —mangoneado o no por el poder político—, un mediador, el patriarca o incluso mi santa madre.

Si mañana te coloco en la portada de alguna revista en cueros y dándole al fornicio con tu señora, que sepas que estoy en mi derecho de la libertad de dibujar y publicar.

Si convoco a unos periodistas —imprescindible que lleven cámaras— y le meto fuego a tus fotos y grito muerte a tu nombre completo, que sepas que estoy en mi derecho de la libertad de uso del mechero.

Si vas por la calle y te lanzo unas tartas, o si te llamo de madrugada amenazándote o si te bombardeo el móvil con injurias —siempre y cuando no seas mujer— que sepas que estoy en mi derecho de la libertad de gastar bromas.

Si se te ocurre reaccionar a los tartazos y me atacas las partes nobles con la punta de los tacones, que sepas que estoy en mi derecho de la libertad de pedir que te apliquen el garrote vil en público porque has puesto en peligro mi futuro como padre.

Si […] (continuar leyendo)

La educación no tiene vacaciones

La educación no coge vacaciones. Y si las coge, mal hecho. Porque la libertad de tus pinreles empieza donde acaba la de mi cabeza, debió de pensar Isa al encontrarse en un tren esta escena que ha divulgado para dar fe de la educación de la gente:

Pinreles AVE, por isita1506

Pinreles AVE. Vía → isita1506.

Como usuario del ferrocarril a lo largo de todo el año, atestiguo la denuncia de la carencia total del respeto que manifiestan algunos viajeros. Un déficit que se agrava de manera considerable cuando llega la época estival. Para muchos el subirse al tren con destino a la playa es como encontrase ya en la arena. Pies por lo alto a veces incluso sucios, conversaciones con el móvil a grito pelao, en bañador marcando la tienda de campaña montada y enfundados en la cuerpo-elástica con la correspondiente pelambrera sobaquera al aire.

La vida es más agradable estando cómodos. Pero si cada uno seguimos haciendo lo que nos dé la real gana y yendo únicamente a nuestra bola, según la ley del mínimo esfuerzo, ignorando las normas obvias de convivencia, acabaremos peor que los animales. Aunque algunos ya lo son.

Así que si os vais por ahí este verano, además de tener cuidado con los topónimos en otros idiomas, os aconsejo no dejar la educación en casa. De lo contrario os mereceréis que os toque de compañero de viaje y cuando menos os lo esperéis, alguno que se haya zampado un buen cocido madrileño.

Badoo y sus tribus

Tres semanas de duración tuvo la oportunidad que le di a Badoo. No me busquen porque no me van a encontrar ya. Ni a mi ni a lo que pudiera haber sido ahí. Porque Badoo se supone que está hecha para conocer gente. Finalidad que nunca se ha ocultado a pesar de ser famosa por parecer una discoteca, con los satélites —hombres al 99%— rodeando a las buenorras del lugar, o que se lo creen, y las demás pues de marginadas a excepción de algunos buitres en busca de la presa débil. Por ejemplo, en el estado del «quiero» ofrece una lista que parece interminable pero acaba repleta de cursilerías o eslóganes de facilona.

Al público femenino sé que no le sientan nada bien este tipo de entradas en el blog, pero para poder opinar con criterio de algo es necesario haberlo conocido. Aunque sea haberlo intentado. Todo surgió fruto de una de tantas bromas e ideas que tengo con un grupo de amigos. Sin ánimo de lucro ni subvención de los políticos de turno por cierto, hacemos de observatorio social. En este caso hemos tratado Badoo, por ser de las redes sociales en su especie más longevas y por no pedir dinero por todo, a pesar de que cada día van cerrando más el cerco de lo gratuito.

El cómo funciona no es ningún misterio. Chicos y chicas, e incluso algún adulto, se registran […] (continuar leyendo)