Escuchar canciones basadas en otras y que nos suenan suele ser un claro síntoma de que cumplimos primaveras. Y más si tenemos cerca a alguien más joven, o menos mayor, que se cree que es una canción totalmente de nueva creación.
Algo así me ocurrió con una canción de Orbital (Halcyon), que tenía un coro de voces que me sonaban de algo pero no acertaba a qué. Vienen de una canción que a su vez viene de otra.
En 1983, Jane Lancaster grabó a capela la canción It’s a fine day, compuesta por su novio Edward Barton:
Unos años más tarde, en 1991 […] (continuar leyendo)