A medio gas (iii)

Ya siento la mano más ligera sin escayolas, ni los pellejos que se van desprendiendo. Ahora toca ir dándole uso con moderación, que la muñeca y el pulgar han estado demasiado cómodos y hay que acostumbrarlos a volver a ser útiles. :mrgreen:

Sin escayola

Sin escayola

3 comentarios en “A medio gas (iii)

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