En el portal Por Andalucía Libre han publicado una noticia con el titular: «La Diputación de Málaga niega que haya hambre para recortar gastos sociales y dañar a Cáritas».

Desconozco si la realidad de la actitud de la Diputación de Málaga será la de fastidiar a Cáritas, por eso de que pertenece a la Iglesia Católica y todo lo de que ella venga es malo, no así como lo que provenga de la abierta y ejemplar religión musulmana, o por el contrario será para gastárselo en capulladas como otros organismos públicos hacen, con mis respetos, si se compara con dar de comer. Lástima que no hayan publicado el domicilio del autor de dicha afirmación —«En Málaga no se pasa hambre»— y decisión para que las familias que sí que están pasando hambre vayan a pedirle comida, que imagino que seguro que tal individuo las espera y acoge con los brazos abiertos y la cazuela a rebosar.

Mañana es el día de escribir sobre solidaridad, y como avanzadilla me parece que dicha diputación es poco solidaria, a lo que me gustaría añadir una curiosidad: Cáritas no pide ser católico ni trata de evangelizar a quien precise ayuda, da una ayuda desinteresada, entre las que se incluyen los alimentos.