Quien conozca de la historia de Cartagena sabe a lo que me refiero. En España tenemos cierta tendencia a envidiar multitud de costumbres e ideas de otros países, muchas de ellas no para tanto, pero la costumbre de recordar hechos y personajes influyentes de la historia no estaría de más aquí.
De estatuas en los últimos tiempos nos estamos sirviendo bien en Cartagena, aunque lo de la cola de ballena y El Zulo —alias el cagón de 700 000 euros según se dice— me parecen un poco fuera de lugar. Sobre todo el dineral del cagón para homenaje de las víctimas del terrorismo, con la de artistas que habrá que por menos dinero hagan algo más bonito para rendir tributo a los sufridores de esa gran lacra. Pero nuestra historia se extiende más allá de los últimos siglos como fe de ello dan el por fin accesible Teatro Romano y su museo, el nosesabequépasará Anfiteatro-Plaza de Toros, Decumano, Augusteum, Casa de la Fortuna, Museo Arqueológico Municipal, Museo Nacional de Arqueología Subacuática,..
Al parecer a ninguno de los alcaldes que hemos tenido en la Democracia se le ha ocurrido darle una ubicación digna al desconocido Pilón de los Burros, ubicado desde hace veinte años en un lateral de la plaza de España y que con los años se va reduciendo, en lugar de tener una pequeña plaza para él. Y ahora que los vecinos se quejaron veremos a ver qué es de él. Al igual que tampoco se le ha ocurrido poner un par de estatuas de los Elefantes de Guerra del Ejército de Cartago en la misma Plaza de España u otro lugar importante con los que Aníbal llegó a cruzar los Alpes partiendo desde aquí —como sí tienen en Túnez.
Y si hacer plazas y encargar estatuas sale caro, aunque luego haya obras como las de la Calle Real que nadie sepa para qué sirven además de obstaculizarle las maniobras a San Pedro y favorecerle el negocio al del aparcamiento de la Plaza del Par y a los viveros de palmeras, siempre se pueden poner las típicas placas conmemorativas de «aquí se sentó Pepito en tal día», «aquí vivió Pepita del entre los años tal y cual»,.. Que la mayoría de placas que hay son de los tiempos de María Castaña y algunas hasta cuesta leerlas. No obstante en honor a la verdad hay que reconocer el acierto de las ciento veinte placas en la plaza del antiguo CIM con los nombres de los buques construidos en el Arsenal desde el siglo XVIII
Cada vez que pienso en estos temas me acuerdo del tutor que tuve en segundo de bachiller, creo recordar que de Teruel o algo así, que cuando se salía de la asignatura que nos enseñaba nos decía que no entendía como Cartagena no acababa de saber explotar bien tanta historia, a diferencia de otras ciudades que sólo tenían de cuando los romanos cinco metros cuadrados de calzada pero muy bien promocionados. 🙁
Por cierto, a quien le gusten las fotos antiguas adornadas con unas líneas de historia que se pase por Cartagena Antigua. Le encantará.