Antes de la invención del radar tal y como se conoce hoy en día, los ejércitos se las tenían que componer de otras maneras para poder detectar al enemigo y prepararle un recibimiento a su altura. Hoy se usa el radar para todo, incluso para recaudar dinero, pero en otros tiempos los ejércitos ya necesitaban de un sistema de vigilancia que les permitiera detectar al adversario más allá de hasta donde dieran los sentidos del vigía.
Descartado el sentido de la vista hubo quien se fijó en el del oído. Por ejemplo en el uso de trompetillas en el caso de personas que perdían audición, o el gesto tan natural de alzar la mano hacia la oreja en un intento de prolongar el pabellón auditivo cuando se quiere percibir mejor un sonido. Receptores acústicos que sirvieron de inspiración poco después de Maxwell y sus leyes del electromagnetismo (1864) para que se registraran en 1880 los documentos más antiguos sobre el uso de los reflectores acústicos.
En el caso de Gran Bretaña al primero se le llamaba topophone […] (continuar leyendo)