Los nutrientes invaden este ecosistema de una forma tan persistente que apenas le da tiempo a renovarse, por lo que cada año crece la acumulación de contaminantes
. Es una de las conclusiones que se citan en una noticia de hoy sobre el Mar Menor y la uno de los tipos de contaminación que recibe [laverdad.com], que JALP! ha compartido por Twitter.
No tengo claro en qué va a estar la novedad de este año. En 2009 eran los chiringuitos, que continuó el año pasado y éste la cosa no pinta muy diferente. Hay cosas peores que perjudican más al Mar Menor que cualquier chiringuito, como las ramblas, de las que llevo oyendo hablar desde que en el colegio daba conocimiento del medio. Sin embargo parece que las cabezas pensantes de arriba, desde las locales hasta las estatales pasando por las autonómicas y la inviable cantidad de despachos y cargos a dedo, siguen sin querer enterarse saber los peligros que poco a poco van cargándose esta laguna salada como pocas hay en el mundo. Una situación parecida a la de la bahía de Portmán, donde se pasan la pelota.
Para festivales SOS y tranvías sí que hay dinero público, pero para cuidar y mimar el Mar Menor la cosa sigue como hace un montón de años, o incluso peor.