A la primera que amarra…

En un pueblo de Extremadura cuyo nombre prefiero no revelar hubo hace unos cuantos años una pareja de novios. De las de antes. De las que están largos años de noviazgo antes de decidirse a dar el paso final del sacramento del matrimonio. También de las que se hacen famosas por algún hecho sonado durante o después de su relación.

Tras varios años de relación, el novio le pidió matrimonio a la aún por aquel entonces joven muchacha. Sin embargo, ella entre que se lo pensaba y volvía a pensar, lo rechazó alegando que había sentido la llamada divina de dedicarse a la vida religiosa. Misma razón que explicó en su casa, donde la familia ya también esperaba a que contrajera nupcias. De manera que ingresó en un convento de monjas y de clausura. […] (continuar leyendo)