Estos días de estudio por la biblioteca me he acordado de esa manía de las mujeres de ponerse morenas. Los hombres también las tenemos, sobre todo con las modas metrosexuales y los hábitos propios de los chulo-playas y chulo-piscinas de toda la vida.
Pero he visto ya a unas cuantas chicas que van tan contentas luciendo moreno, a estas alturas que aún queda medio junio y todo julio, agosto y septiembre. Y parece que muchas no conociesen de los riesgos de abusar del sol. Porque ya no es cuestión de sólo andar con ojo de no quemarse y ya está. Sino que la piel tiene memoria, y al margen del cáncer de piel luego con el tiempo, y con la edad, ésta se va arrugando y el sol es precisamente un buen amigo de las arrugas. Puede sonar a extraño, pero seguro que cualquiera habéis visto uno de esos llamados «canalillos» de chavala de entre veinte y treinta años arrugado pero ante todo bien moreno… 😆 Allá cada una y su ansia de presumir de moreno.
Imagen → soaking up the sun [Flickr de *hoodrat*]