Casi se me atraganta hace escasamente un rato el arroz con verduras que me estaba comiendo al enterarme de la pedazo noticia, digna por lo visto de interés general y nacional. Suelo ver las noticias de Antena 3 por eso de que es quizás de los telediarios más imparciales cuando de repente, en los titulares del comienzo del espacio televisivo, anuncian que por fin «Pe» y Javier Bardem han sido padres en Los Ángeles (EEUU). Todo ello entre los titulares habituales de asesinatos, juicios polémicos y políticos tirándose verbalmente del cuello mientras la cosa en España sigue igual.
He de reconocer que llevaba esperando esta noticia bastante tiempo. Ya me decía yo que tenía que estar cerca el momento, que llevaba unos días con un sentir raro, un no sé qué, que tenía que ser porque por fin este par de actores —y punto— iban a ser padres. Y que nadie me llame cotilla porque el hecho era tan relevante que hasta ha tenido que ocupar los titulares del telediario, que total para el repaso de tragedias y corruptos políticos que suele ser, en el relleno siempre tienen que meter idioteces.
Ser padre no es una idiotez, desde luego que no. Pero puestos a elaborar noticias que no lo son también podrían haber lanzado la pregunta de qué habrá llevado a tan noble defensor de las libertades de los pobres y crítico con el capitalismo exacerbado del malvado imperio yanqui a que su hijo nazca en dicho país. Que a lo mejor el hecho de que su hijo pueda compartir la nacionalidad española con la intoxicada estadounidense puede que le cause al pobre —moralmente— y a la vez rico —monetariamente— actor una pesadumbre de por vida. Y no digamos ya a la abuelita Pilar, que por lo visto no ha faltado al acontecimiento como por otra parte es obvio en cualquier abuela. No se ha cuestionado cómo habrá sido para ella ese duro momento de pisar el suelo de tan malvado país, el mismo que nadie se la hubiera imaginado visitándolo hace tan solo unos años.
Así son las cosas. Aquí en España mucho ir de manifas con el pañuelo palestino al cuello, pegatina por las causas perdidas al pecho, dando gritos, poniendo a partir a EEUU y dándoselas de que quieren a la Patria más que nadie. Pero sin embargo luego irse a vivir a ese mismo país que presuntamente tan maligno es, a llenarse los bolsillos y las cuentas bancarias de empresas de allí y no sabemos si cotizar también en puesto de hacerlo a la hacienda española, sin que falte alguna que otra subvención del inútil del estado Español y por supuesto si toca visita de la cigüeña esta se produzca en una clínica privada —la Cedars Sinai, ahí es nada— de aquel perverso país para que el bebé además de español también sea estadounidense. Como si aquí no se pudieran hacer películas buenas, palabrotas y putas al margen, ni tampoco hubiera ningún hospital público en todo el territorio nacional capaz de asistir un parto.
Buena actuación la de estos dos, y el padre sobre todo digno de un Óscar. Yo esta noche ya podré dormir tranquilo después del notición.