Del mismo móvil que lo del Licor 43 en Ámsterdam me llega la carta de cafés en un local de tal ciudad.
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El asiático aún no campa por allí, pero su compatriota el carajillo ya tiene su hueco en el lugar y con su nombre auténtico, sin traducciones como ahora nos traen a nosotros con llamar freelance a un autónomo o flyer a un papel de publicidad.
¡Gracias Julio!