El enlace que tienen las palabras política e hipocresía no deja de sorprenderme a diario, sobre todo por el grosor que va adquiriendo de manera continuada. Si equivaliese a buenos cerdos de la raza chato murciano íbamos a tener matanzas para todos los días, a cientos por día ahora que se acerca ya la temporada de la primera matanza para la gente que tiene echados algunos marranos.
Según publica hoy en su blog el señor Íñigo Urkullu, actual Presidente del PNV: «hoy volveríamos a acudir a la manifestación». Multitud de medios de comunicación han publicado noticias acerca de ello, que la verdad que es más fácil de leer que ese montón de ideas mezcladas escritas apelotonadas en dicho blog, pero por si acaso los periódicos me engañaban me he pasado por la supuesta opinión directa de este señor. Se refiere a apoyar a una manifestación del más que demostrado brazo político de ETA, en la que aunque este señor no acudió sí lo hicieron otros tantos militantes del PNV y puesto que él los animó a ir parece por tanto que estuvo apoyada oficialmente por el partido. Es curioso como este partido, el PNV, de derechas, acude a apoyar una manifestación de izquierdas, del brazo político de una banda terrorista cuya ideología es también de izquierdas y que si lograse sus objetivos convertiría lo más seguro a la Comunidad Autónoma del País Vasco en un estado comunista donde no querrían que otros partidos les arrebatasen el poder, PNV posiblemente incluido. Y sobre los motivos por los que se apoyó esa manifestación, que es lo que más me llama la atención, afirma:
Acudimos (y digo acudimos aunque yo no estuviera presente, porque es un formato utilizado en manifestaciones anteriores) a esta marcha en defensa de derechos básicos e imprescindibles en un sistema democrático. Derechos como son la libertad de expresión y reunión. Y fuimos en defensa de los derechos de todas y cada una de las personas de este país.
Me gustaría a mi saber qué derechos defiende ETA. Derechos, no ideas. Pero desde luego eso de «libertad de expresión y reunión» creo que choca bastante con el ir asesinando a políticos, periodistas y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, sin olvidar por supuesto las amenazas a comerciantes para el pago del impuesto revolucionario. ¡Viva esa libertad! —léase irónicamente—.
Sin embargo ahora viene el ejemplo de hipocresía, aunque creo que ya va a ser el segundo. «El Gobierno se asegura con PNV y CC la aprobación de los Presupuestos», informó El País el viernes. Y como es un periódico sincero y no como todos esos de defensores de la familia que ahora está de moda criticar, me creeré las tres condiciones que comenta que exige el PNV al Gobierno. Pero en ninguna de ellas se menciona nada de «libertad de expresión y reunión». ¿Entonces qué hacen pactando con un Gobierno tan malo y cruel con los amigos/integrantes de ETA?.
Una vez le leí al amigo Diego «el molinero»: «las personas de dos caras me tocan mucho los cojones». Y vaya, que razón llevaba.