La terrorista sentimental

Anteriormente he contado acerca de la misinda y de la coleccionista. Expertas en volverte loco, cada una a su manera, pero de maneras que todavía pueden ser más terribles. Si bien la misinda apenas es consciente de ello, la coleccionista lo sabe sobradamente, pero ambas tienen un ápice de piedad si se las compara con la terrorista sentimental. La prima canalla del terrorista sentimental del difunto blog de Irene Airmiles.

La terrorista sentimental, como las palabras que componen su nombre común indican, te produce un miedo muy intenso a nivel sentimental a perderla. Hasta la médula misma que te llega. No sabes cómo ni cuándo exactamente ha entrado en tu vida pero sí el día que consigas que salga de ella o se marche no sin antes darte un puntapié.

La terrorista sentimental lleva implícita una vida algo complicada de la que de primeras te tratará de proteger. Siempre. Te pondrá mil y pico excusas por las que es mejor que apenas la conozcas. Como si se tratase de una agente secreto, con la diferencia de que su peligro, aunque te lo disfrace, es que te va a manipular. Pero a ti te dará igual y caerás.

La terrorista sentimental te ganará día a día aunque se lo niegues a tus amigos en cada confesión que te saquen. Ellos te advertirán una vez tras otra. Como buenos amigos que te quieren. Pero tú, creyendo que están equivocados, harás oídos sordos porque ya estás totalmente engatusado. No hay vuelta atrás y ella lo sabe.

La terrorista sentimental te extorsionará. Según cómo amanezca cada día te pondrá pruebas. Nuevos retos. Te hará imaginar un nuevo futuro con ella del que querrá todo lujo de detalles. Un juego para ella pero una trampa para ti, pues a cada respuesta que no le guste le corresponderán sendos días de enfados con los que torturará. Si eres un poco listo acabarás dándote cuenta de que eso es un «ni contigo ni sin ti» al que sólo le cabe un «apaga y vámonos».

La terrorista sentimental es caprichosa. Como parte de su juego antes mencionado, un día querrá verte y al otro no. Pudiendo incluso tratarse de intervalos horarios. Te podrá decir cien veces que ha de olvidarte, con una gran actuación digna de un Óscar, y ciento una veces volverá. Esta actitud caprichosa alcanzará el colmo en algunos casos en los que incluso ella se permitrá el lujo de comportarse así contigo a pesar de tener una doble vida, como mínimo.

La terrorista sentimental puede tener tantas vidas como quiera. Sabrá disfrazarlo todo como para que tú seas el villano si te atreves a tan si quiera hablar con cualquier otra mujer que no sea de tu familia. No importa lo que ella esté haciendo y a quién, el engatusamiento no te dejará pensar que a ti también te lo podrá hacer en su día. Te exigirá los deberes y obligaciones de una pareja pero sin los beneficios correspondientes. Toda una maestra de un chantaje absurdo.

La terrorista sentimental te utilizará, por si no lo has adivinado ya. Podrá incluso hacer que te veas involucrado aparentemente en medio de su vida conyugal. Que seas una de las excusas para poner fin a su actual vida connubial y luego «si te he visto no me acuerdo», porque la causa real haya sido otra y de regalo tengas un enemigo más sin comerlo ni beberlo. Sin que falte, no lo olvides, el correspondiente teatro del victimismo en el que sólo tú y ella sabréis una realidad que tu honor, del que ella carece, te impedirá hacer pública. Así es esta individua.

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