Aún no está confirmado que se trate de un rorcal común debido al recelo con que la conocida pareja de guardas de la isla privada hacen su trabajo. Sin embargo, mientras llegan al lugar los científicos y técnicos de la administración, han sido varias las embarcaciones de pescadores que desde esta mañana a primera hora han divisado varado al cetáceo de enormes dimensiones desde la costa. Inclusive ANSE, temerosa de la pasividad y peligro de la burocracia, está promoviendo una expedición relámpago para tratar de conocer el estado del mamífero y ayudarlo en lo posible pese a la resistencia que puedan poner los guardas, ya que que además éste se encuentra en la playa y en zona, según creo, de dominio público. A pesar de ello otras asociaciones están intentando contactar con la familia Figueroa o los marqueses propietarios de la isla para solicitar un permiso previamente.
El pescador que casualmente me lo contaba esta mañana en Los Urrutias decía que no daba crédito a lo que veía. «Algo tan grande en un mar como éste». Aunque ya se encontraron una vez en una playa de San Pedro del Pinatar tres vértebras de otro rorcal común, lo de hoy no deja de ser asombroso en una laguna salada cuya profundidad llega a ser de siete u ocho metros en el mejor de los casos. Pero las primeras hipótesis de un biólogo marino que andaba por el Club Nautico de Los Nietos, según contaba un comerciante de la zona, apuntan a que podría tratarse al cambio climático y las bajas temperaturas de estos días, que podrían haber despistado al cetáceo a cruzar el Canal del Estacio.
A ver si los diarios de la Región amplian la información, que andarán atentos a los de siempre y lo que arrojen los manifestantes. 🙂
Imagen → Jose Felipe Ortega @ Flickr.
ACTUALIZACIÓN: un amigo que se ha acercado desde La Manga en su barco me ha enviado una foto del presunto rorcal.