Con estas modas de la Web 2.0, el SEO y la madre que los parió la gente se olvida de la accesibilidad de una página web. «¡Bah eso a quién le importa!, piensa la mayoría, «mi pantalla ocupa la pared entera, mi ordenador es poco menos que el Mare Nostrum de potente y tengo 50 Mbps de ONO porque vivo en Madrid» dirán.
Lo habitual sería que diera unos consejos sobre posicionamiento. Lo típico de que si se es mujer ya implica directamente más visitas, referencias desde otros dominios, el uso de palabras muy buscadas como sexo, porno, cachondas,.. enlazarlo con todas las redes sociales habidas y por haber, etcétera. Sin olvidar por supuesto los consejos que Google da en su blog para webmasters, en plan «esto va en contra de los consejos del W3C y no significa que el resto de buscadores tampoco haga uso de ello peeeeero nosotros…», palabras que automáticamente son órdenes para montones de páginas. Pero yo soy más de que lo importante es el contenido, saber dejar huella con él, que tanto SEO y tratar de vivir de un blog con el que se pasa algún rato libre.
Sin embargo en la era actual también es habitual, y más que antes, que la gente se meta a Internet desde cualquier chisme. Sea un ordenador recién venido desde la fábrica en China, uno viejo, uno miniportátil, una PDA, un móvil, una televisión, una videoconsola y la variedad de gagdets que existen. Que las limitaciones de unos usuarios sea el procesado que requiera la información que ofrecemos, para otros el peso en bytes de la misma o incluso ambas como está de moda con los móviles que disponen de tarifa económica de acceso a Internet. Así pues si has llegado leyendo hasta aquí te comento unos consejos entre los cientos que habrá, por si alguno lo desconocías. […] (continuar leyendo)