visita a Zermatt y el Gornergrat

No sé como describir aquello, un lugar lleno de nieve y en el que ayer tuvimos suerte e hizo un buen Sol y -4ºC, porque si no hubiera sido imposible ver sin niebla de por medio un paisaje tan precioso.

el Cervino con el observatorio en medio

-[álbum de Suiza en Invierno]-


Primero hubo que ir desde Sion hasta Visp, y allí coger un tren, ya más sencillo hasta Zermatt, una estación de esquí muy peculiar porque a ella no se llega por carretera, sólo por tren o… si tienes muchas perras también helicóptero jeje. Es por ello que los coches allí son tan raros, porque son eléctricos, y encima no sé si es que no tienen pito o qué, porque te enteras de que viene uno por detrás cuando lo tienes ya pegado. Aún así no vimos ningún atropello.

Desde Zermatt cogimos el tren cremallera que lleva hasta Gornergrat (también se puede ir al Klein Matterhorn ya en Teleférico). El trenecito desde luego que sube por unas cuestas… que con razón que tiene que ser cremallera.

Tras unas paradas de vez en cuando, que daban acceso a diversas pistas, llegamos al fin del trayecto (Gornergrat), y bueno, la sensación allí con la nieve ya fue aún mayor que en Zermatt, porque esta no resbalaba o tal, es que te clavabas perfectamente en ella como te descuidaras jeje. Allí arriba únicamente está la estación del tren, un observatorio con un restaurante que por cierto estaba cerrado, una ermita (no pueden faltar en Valaïs), un sitio de salida de teleféricos que también estaba cerrado, una cabaña que creo que es un refugio y un poquito más arriba un mirador (desde el que son las fotos que se ve el observatorio desde arriba). Pero perfectamente se nos pasó más de una hora nada más que andurreando de un lado para otro y echando fotos, porque aunque hubiera llevado esquíes no creo que me hubiera atrevido a tirarme por la pista.

Ya luego bajamos hacia Zermatt, haciendo una parada de un rato en Riffelberg, y estuvimos un par de horas por Zermatt de compras y mirando el ambiente, porque entre hotel y hotel aún quedan varias casas típicas de allí, algunas hasta tienen al lado su parte para el forraje de los animales 😀

En resumen, una excursión para no olvidar nunca, y que si cualquiera viene a Suiza aunque sea en verano (que tampoco está nada mal esta parte) le aconsejo que la haga, porque las vistas y sensación de allí no hay fotos que la igualen 🙂

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