Algo así parece que piensan los del Gobierno de las Vascongadas y otros de por allí. Lo he titulado amnistía porque lejos de confudirlo con indulto, lo que algunos piden es que dejen en paz a este… como se le quiera llamar.
¿Cómo que se le está sometiendo a una persecución? Es que alguien que mata a 25 personas y que no se arrepiente no es para menos. En otros tiempos se le habría metido fuego en la plaza del pueblo, habría sido apedreado hasta la saciedad o pasado por el garrote vil. Pero volviendo al presente, que nos consideramos una sociedad civilizada y que respeta los derechos a la vida de los demás -aunque algunos se los salten-, no hace falta matarlo, por supuesto que no, aunque que menos que se encerrara de por vida en una cárcel y que para comer trabajase. Además por falta de hambre no sería, que este… es experto en huelgas, tanto que por Internet ya circula la serie de El Señor de Las Huelguillas [capítulos I y III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X] junto con sus Batasorkos que actúan desde fuera.
Cualquier Gobierno nacional -de una nación de verdad y no comunidades autónomas- haría lo que está haciendo el de ahora, tratar de buscar lo posible para que vuelva a la cárcel porque gente así suelta por las calles no puede hacer bien a nadie -bueno quizás a su novia, que esas elementas ya se sabe…- y mancha la imagen con el agujero que tuvo la Justicia cuando fue juzgado. Desde luego que a vivir debajo de los del PNV y EA debería de irse y cambio no renegar por el fraude que le han pillado del pisito, que parece que a ellos le diese pena.
Actualización: y el sábado otra marcha de los Batasorkos por las calles -porque esto es un país libre y no lo que intentan imponer ellos-.