Puedo resistirlo todo, excepto la tentación

Una de las frases ciertas de Oscar Wilde, como tantas otras suyas, aunque particularmente de esta he encontrado tres versiones diferentes. ¿Pero qué entendemos por tentación? Porque así a voz de pronto puede tratarse de algo que va desde la tentación de dar un susto a alguien cuando está concentrado, de tocar algo que nos han advertido que no toquemos, o incluso la de las atracciones entre personas 😮 .

Manzana de Adán


La semana pasada, refiriéndose a la frase que esta entrada lleva por título, alguien me la asoció rápidamente a la manzana de Eva y Adán, al pecado, y de primeras pensé que quizás es que estaba demasiado influenciada la manzana a hechos típicos del creyente Cristiano. Pero sin ir más lejos en cuentos típicos como Blancanieves se pone a una manzana como tentación, (no voy a contar aquí ahora la escena que casi cualquiera se sabrá el cuento jeje). No quedando la cosa ahí, pues cuando somos chiquitajos y lo común de que tenemos algún amigote muy travieso, también se nos pone la manzana de ejemplo, no exactamente tentativo pero si relacionado con algo malo. «Si en una cesta de manzanas metes una podrida, las demás también se echarán a perder«. Algo muy conocido, que en el más rebuscado de los casos también pudiera ser asociado a la tentación, pues el amigo revoltoso dice que se va a ir a meterle petardos a las farolas y casi cualquiera pues siente tentación aunque sea de ir, a ver como es el espectáculo 😆

Pero a pesar de la frase de Oscar Wilde, que bien cierta que me resulta, todo es resistible, salvo fallecer algún día. Podemos huir de las tentaciones, aunque haya quien diga que es mejor dejar que nos pillen (depende cuales, porque algunas creo que ya hasta perseguir andando les cuesta), pero de la muerte nadie escapará. Eso precisamente de lo que todos decimos «cuando me llegue me ha llegado«, que luego cuando cada uno le ve que le ha llegado el momento se agarra a un clavo ardiendo, lógico. Aún en las filosofías orientales, donde a la muerte la consideran como algo más natural y sobre todo es afrontada con mayor asentimiento, también intentan no escaparse de esta vida.

Los palos, las decepciones, los disgustos, también son necesarios, nos enseñan a meditar y rectificar sobre hechos y posturas llevadas a cabo, aunque sea el ser humano el único que tropieza dos veces sobre la misma piedra (e incluso tres), pero con ellos se aprende y hasta me atrevería a decir que según cuales incluso son necesarios haberlos recibido alguna vez. Así que por todo esto, tantos males y gente mala que tenemos en este mundo, (también engañabobos e hipócritas como el gorilón venezolano jeje), tenemos que procurar disfrutar de esta vida, que como alguien dice, son dos días y el primero ya lo estamos gastando 🙂

(gracias a mis etern@s animador@s, ell@s saben quienes son ;-))

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