Como lo oye señora. Ecológicas y de secano. Con abonos naturales y agua de lluvia. Cultivadas en un roal de tierra a las afueras de Balsicas, que no concreto más para que no acudan los linces que cada mañana echan mano al coche y se recorren los bancales dándole vuelta al género. 😛 Fruto de una meticulosa selección de simiente por parte de mi señor padre.





«Venga rubias, que me las quitan de las manos», como diría mi amigo Juan José.