Ya se acaba este año de 2009. Quedan unas cuantas horas, pero tampoco es plan de ponerse cenizo aquí contando el tiempo como si el 1 de enero fuera a acontecer el fin del mundo.
Para mi la verdad que ha sido un buen año. Siempre puede haber habido años mejores, pero también peores. En este año que acaba he conocido a bastante gente, alguna incluso que me sorprendió y aún lo sigue haciendo. También volví a ir a Suiza en verano a visitar Euseigne, como otros años hiciera, y de paso algunos lugares que tenía ganas de ver —Glaciar Aletsch, Castillo de Chillon—. En la carrera aunque no ha sido el que mayor cantidad de asignaturas he aprobado sí que a sido en el que he acabado con las que quedaban, pero no me ha dado tiempo a terminar un proyecto. He vuelto a hacer varios trayectos en Talgo, recordando en alguno de ellos mis viajes de pequeño. He estado un par de veces en Palma de Mallorca. He visto torear al Fandi en directo. Me he pegado unas cuantas fiestas por Mundaka Club consiguiendo oir buena música sin tener que salir de la región, como Oxia, Wally López y hasta una fiesta boogie. Aunque con todo ello no me ha gustado el hecho de que no he tocado la bicicleta todo lo que me hubiera gustado.
Pero sobre todo lo mejor que he tenido este año, como en los anteriores, ha sido salud. Porque ahora nos olvidamos muy a menudo de las cosas importantes, las que de verdad valen, y nos pasamos el tiempo preocupándonos y molestándonos por idioteces. Aunque a veces no son tan idiotas algunas cuestiones.
A todos mis amigos, también por supuesto a los cuatro lectores de admirable paciencia que me leen, os deseo que para este año que va a entrar os dejéis lo malo fuera. Que de este año que acaba sólo os quedéis con lo bueno, que lo malo ya irá apareciendo para darnos pesadumbres. Que seáis muy felices, vuestros objetivos se cumplan y que no dejéis que nadie os chafe vuestras ilusiones.
Un cordial saludo.