De Blas de Sebaste a patrón de los otorrinos

San Blas

San Blas

San Blas nació en Armenia en el siglo III. Médico y obispo en la ciudad de Sebaste, sufrió las persecuciones de los emperadores Diocleciano y Licinio por ser cristiano, falleciendo el 3 de febrero del año 316 martirizado. Su cuerpo fue desgarrado con garfios de hierro y decapitado.

Se le atribuye la cura milagrosa a un niño de una espina atravesada en la garganta, motivo por el que se le considera el protector de los enfermos de la garganta y patrón de los otorrinolaringólogos, además de muchas localidades. Su onomástica se celebra cada 3 de febrero.

La última cima

Hoy me he acordado del documental La última cima mientras leía una entrada en el blog Vamos Tirando sobre Vicente del Bosque, su hijo y el aborto. Y es que es de esas producciones que o te parecen estupendas o te resultan un pelmazo. En mi caso me gustó bastante. La vi entre semana a primeros de mes, con cuatro gatos que éramos en la sala y rodeados de gente en edad de tener nietos, pero mereció la pena hacer el hueco aquella tarde.

El documental dirigido por Juan Manuel Cotelo trata sobre la vida de Pablo Domínguez, un sacerdote madrileño que falleció en febrero del año pasado a los cuarenta y dos años al descender del Moncayo junto con una amiga. Reconozco que sorprende la realización de un documental sobre un cura que no desprestigia su dedicación, ni abusa de menores, preside movimientos elitistas, estafa, etc. Cuenta la vida de un sacerdote llamado Pablo como los ha habido sobre la vida de Félix Rodríguez de la Fuente, Juan Carlos I o Adolfo Suarez, aunque en este caso el protagonista no haya hecho de cara a los medios de comunicación grandes logros, pero sí ayudado a todo aquel que se le ha acercado. Un cura normal que escucharlo te llena de vitalidad. […] (continuar leyendo)

Costumbre o mala educación cartagenera

Hoy Domingo de Resurrección han terminado las procesiones de Semana Santa en Cartagena. De la procesión, como algunas otras, tengo pensado escribir, pero para no enturbiar esa futura entrada con ciertas costumbres que tenemos los cartageneros en Semana Santa mejor voy a tratar esos hábitos por aquí. Aparte.

El respeto y seriedad que los cartageneros tenemos por las representaciones en las calles de la Pasión de Cristo, me refiero obviamente a las procesiones, me parece ejemplar. Si eres católico pues como tal lo sientes y lo vives, conoces y sientes ya qué fue de Cristo, pero si no eres católico o sencillamente eres ateo lo respetas y ya está. Aunque siempre habrá gente comiendo pipas ante el paso de un Cristo mientras presumen acerca del tercio o trono en el que participan.

Sin embargo hoy he visto algo aún peor en la procesión de la cofradía que llamamos del Resucitado. Ya no ha sido lo común de falta de respeto a los procesionistas —de alguna gente puntual todo sea dicho— ni por supuesto tampoco de ellos al público, sino la falta de respeto del público hacia el resto de personas. De amabilidad, de educación. Estábamos un montón de gente como viene siendo habitual en una de esas zonas en las que no se ponen las sillas de alquiler, zonas de paso y para que los equipos de emergencias puedan actuar de manera más rápida en caso de ser necesarios. Cuando en diversas ocasiones ha habido personas que no han logrado atravesar ese grupo de gente recibiendo la respuesta de «por aquí no se puede pasar». Curioso porque el motivo era que la gente que daba esa respuesta tenía esclafado delante un carricoche de ellos mismos pero al que aludían como si tuviera la anchura de un tráiler. Y entre las personas a las que no les ha dado la gana de dejarlas pasar, que no pretendían posicionarse delante de ella ni cortar la procesión, ha estado una señora mayor en silla de ruedas, una madre con carricoche, propios componentes de la procesión y más personas en mayoría de avanzada edad con el sol de justicia que ha hecho.

Yo soy el primero que está en contra de la gente que se cruza en las procesiones, pero también entiendo que hay necesidades y muchas maneras de cruzarse o andar paralelos a ella. No es lo mismo cruzarse en mitad de un tercio de penitentes que justo por detrás del trono, ni si se va empujando al público que en lugar de pedir por favor, ni por capricho que por necesidad. Se pueden decir los motivos, que realmente es porque se considera aquí una falta de respeto el hacer eso, o que es que no vamos a ver si intuimos que se nos quiere poder delante alguien más alto, que desde luego queda mejor que oponerse en cerrado diciendo «por aquí no se pueda pasar» como si se tuvieran en escrituras las baldosas, que es lo que normalmente dice la gente que suena a: te jodes. Pero así es como algunos y algunas paisanos y paisanas tratan de fomentar nuestra Semana Santa, porque alguna de la gente víctima esta mañana de la tontería de la mollera de algunos cartageneros era de fuera y había venido para ver nuestra Semana Santa, una señora por ejemplo desde Barcelona.

Un reflejo más de que aún nos queda mucho por aprender, simpatía incluida, si de verdad queremos fomentar el turismo. Encima de pobres, tontos.

Traslado de los Apóstoles

Santiago Apóstol a su paso por Calle del Aire Ayer, Martes Santo, tuvo lugar la procesión del traslado de los Apóstoles. Muy posiblemente la procesión con mayor carácter castrense de las que se suceden estos días en Cartagena. Santiago, San Juan y San Pedro salieron en procesión del Gobierno Militar, Parque de Artillería y Arsenal acompañados de sus correspondientes tercios, respectivamente, para encontrarse en la Plaza de San Sebastián y continuar juntos camino de la Iglesia de Santa María de Gracia con el orden y seriedad que caracteriza a nuestra Semana Santa.

Cada Apóstol comenzó la procesión tras la realización de unos actos allá desde donde saliera. En el caso de San Pedro, por ejemplo, presenció una oración y el arriado de bandera antes de proceder al famoso acto en el que el Vicealmirante le otorga permiso para salir franco de ría a Pedro Marina Cartagena. Aunque las compañías que vamos con él ya nos encargaremos de que vuelva pasada la media noche alborotando las calles de la ciudad con el pasodoble Gallito de Santiago Lope, porque el bueno de Pedro tiene buen corazón y siempre nos acabamos aprovechando de él, y quedará arrestado de nuevo en el Arsenal hasta la próxima Semana Santa.

Hice cuatro fotos sueltas de la procesión y un vídeo del piquete que más me gusta, el de Infantería de Marina. Para más detalles, incluidos los de los otros Apóstoles, y lo de ayer contado de buena manera mejor mirarlo en el periódico [laverdad.es].

A quien sea de fuera y no haya podido venir a ver nuestras procesiones puede pasarse por la web de Tele Cartagena Online que las retransmite en directo. Además supongo que cuando acabe la Semana Santa las pondrá para ver en diferido como están las de 2009.

La primera procesión del año

Empieza la Semana Santa cartagenera. Son las tantas, no durará mucho, pero la espera siempre me ha merecido la pena. Hoy Viernes de Dolores empiezan las procesiones de Semana Santa en Cartagena, y mientras llega la hora de irme a verla pues ando un poco por la red. Haciendo tiempo.

En la madrugada de hoy procesiona la «Ilustre Cofradía del Santísimo y Real Cristo del Socorro». Es la única que saca a la calle esta cofradía. Una procesión peculiar y sencilla donde las haya, lejos del toque castrense y lujerío de la mayoría de las de la ciudad, aunque no por ello menos seria. Los del Socorro van a sacar a la Santísima Virgen de la Soledad del Consuelo y al Santísimo y Real Cristo del Socorro, acompañados ambos de los hermanos penitentes con hachotes de cera. Todo al ritmo de un tambor, el rezo de las estaciones del Vía Crucis y saetas del público.

De siempre me dijeron que es la primera de toda España, pero creo que con estas modas que hay de a ver quien hace la primera procesión ya habrá perdido ese puesto. De todas formas da igual. Me parece mucho más importante que en un tiempo no lejano vuelva a poder salir desde las ruinas de la Catedral de Santa María la Vieja, que no es que ahora tenga una salida desmerecida desde la Calle Concepción, pero ya se sabe que las obras en Cartagena pueden a veces hasta con la Semana Santa. 😆

Un día tengo que escribir sobre las sensaciones de lo que aquí llamamos «pisar la rampa».

Otro salvapatrias que se aburre

Normalmente la fama de los abogados siempre se corre de boca en boca. Poco importan los grandes luminosos, dejarte explotar por estas empresas de moda que se anuncian por todos los medios o que te montes un despachito con todos los lujos y la placa brillante en la puerta. A la gente le gusta tener referencias de a donde va. Como en todo pues los hay mejores y peores profesionales y hay que saber a donde se acude.

Pero estos días está siendo noticia el asunto del Cristo de Monteagudo. Un abogado cuyo nombre no voy a contribuir a publicitar que se cree un salvapatrias está tratando de que éste sea retirado de su lugar, y la población como era de esperar está que trina. De salvapatrias nada, usted lo que es claramente es un genio de la publicidad. Le importa un bledo tener a la ciudadanía en contra, saber que no lleva las de ganar, porque la realidad es que se está hablando mucho de él. Una enorme publicidad y a un precio muy bajo parece, aunque se las dé frente a algunos periódicos como de que tiene miedo de la gente. Ingeniosa manera de hacerse publicidad.

Desconozco si el hecho de lograr su iniciativa le llevará también a él, o a otros de su misma ideología de darse a conocer por las causas en puesto de por su mera profesionalidad, a intentar también que desaparezca la Catedral de Murcia y demás templos de la Región como los Santuarios de la Fuensanta, Calasparra, Caravaca de la Cruz y la Santa, además de otros símbolos como el Sagrado Corazón de Jesús que hay frente a Totana o incluso la Semana Santa de Cartagena y de Lorca. Pero que esta gente que por lo visto tiene falta de clientes y el aburrimiento le lleva a hacer estas peticiones espero que tengan por seguro que los tribunales podrán darle la razón, pues hay jueces para todo, pero que a los totaneros por ejemplo por seguro que no podrá quitarles su cristo, ni a los cartageneros nuestra Semana Santa.

El arte y la cultura en España ha estado muy ligada al cristianismo, le pese a quien le pese, y no podemos ahora en cuestión de unos años destruir todo ese arraigo. Pero entre los iluminados y los que parece que confunden los conceptos de aconfesional y laico apañados vamos.