Esta tarde he ido a Sierra Espuña de improviso y me he encontrado a esta pareja de lo que parecen sapos comunes cerca del Manantial de Fuentedueñas.
La intención era llegar al Barranco de la Hoz pero la zona no era conocida y la niebla no deja ver a mucha distancia. Cuando en mitad de ir mirando estaban estos dos en lo que parece sus labores en una pequeña charca. Lo que más ha extrañado ha sido el tamaño. Que aunque en las fotos no aparece ningún objeto de dimensiones conocidas con los que compararlos, el de abajo, o mejor dicho la de abajo era enorme, como la palma de una mano sin problemas.
Sin ser experto en anfibios parecen un par de sapos comunes intimando. Macho encima y hembra debajo. Aunque con colores distintos, sobre todo el macho, por la capacidad mimética que suelen tener estos anuros.
Ayer teníamos planes de hacer senderismo desde los Pozos de la Nieve hasta el Morrón Chico, aprovechando la nieve que aún quedaría del viernes noche en Sierra Espuña. Sin embargo cuando estábamos a la altura de la casa forestal de Las Alquerías nos encontramos con que la carretera seguía todavía cortada. Ya no había nieve en esa zona, pero es de suponer que sus motivos tendrían los forestales aunque en otras ocasiones no han tenido la carretera que sube hacia arriba tanto tiempo cerrada. Así que tuvimos que improvisar una nueva ruta.
Desde el año pasado no me hacía ninguna rutilla pasando por El Algarrobo, y tenía ganas de usar ese camino para llegar a Campix, zona que da acceso a su vez a otros tantos caminos y sendas que se adentran en Sierra Espuña. Así que el otro día probé, que es un recorrido ameno y sin dificultad, aunque luego me entretuve demasiado por la Garita del Pico del Turullón, la Fuente del Hilo y algún bebedero y se me vino la noche encima. Menos mal que ya cuando fue a cerrarse la noche estaba ya cerca de la Casa de Mortí y junto a ella la carretera con sus farolas -hay que agenciarse una linterna, jeje- 😳
