Madres marujas modernizadas

Ser madre y maruja va implícito en la propia naturaleza. Mero instinto. No conozco a una sola que se preocupe de sus pequeños —porque para ella siempre lo serán aun con cincuenta primaveras— que no sea cotilla. Ya sea dándose golpe de pecho con el abanico en el Sálvame edición de la carnicería o disimulándolo mejor que cualquier Mata Hari. Y como todo en esta vida es cuestión de renovarse o morir, ellas también se actualizan. Vayan un paso o tres generaciones de telefonía móvil por detrás, siempre se las saben ingeniar para encontrarte.

En las redes sociales. De peor o de mejor reputación. No importa cuál. La mia mamma aparecerá por ellas de manera directa o indirecta:

  • Con su identidad real. Excusándose por supuesto en que no sabe cómo ha ido a parar a ese lugar.
  • Con una tía, ya sea de sangre o política —cuñada, ojo—, con la que intercambiará información en ambos sentidos e intereses, obviamente.
  • Un alias anónimo de dudosa creatividad con el humor que las caracteriza.
  • La jugada maestra de todas. Utilizar a algún familiar algo bocazas, que informará a su madre de lo que ve sobre ti y esta, como ya sabemos, a la tuya. Siendo perfectamente combinable en el espacio-tiempo con la segunda táctica de su estrategia de enterarse lo que hacen los chiquillos.

Y todo desde […] (continuar leyendo)

Coplas picarescas de Nogalte (ii)

Y enlazando con las anteriores picarescas y aprovechando que es San Valentín, aquí van otras:

Desde que te fuiste, Pepe,
el huerto no se ha regao
la hierbabuena no crece
y el perejil se ha secado.

 

Una vieja de cien años
y un viejo de ciento trece.
Le dice el viejo a la vieja:
«Todavía se me estremece».

 

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Coplas picarescas de Nogalte (i)

Y si en Nogalte hay coplas sobre la suegra, es porque tampoco faltan las picarescas:

A mi no me gustan las viejas
que tengan la barriga arrugá,
pero si tiene pesetas
échamelas para acá.

 

Margaritilla preciosa
me dio un anillo,
yo me lo puse
en el dedo «margaritillo».

 

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Coplas de la suegra de Nogalte

Del mismo cuaderno sobre las coplas de amores de Nogalte, toca también el tema de la suegra. Yo como no la tengo allá que las comparto sin temor a ningún sartenazo.

Tiene mi suegra un diente
y con él me muerde.
Mala pedrá le peguen,
que se lo quiebren.

 

Mi suegra me quiere mucho
y yo la quiero a ella;
ella, que me parta un rayo,
y yo, que la parta a ella.

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Coplas de amores de Nogalte (3)

Más de dos años hace que volví a compartir unas coplas más de amores de Nogalte. Más de tres años de las primeras. Aquí van unas más:

Eres más hermosa, niña,
que la nieve en el desierto,
la rosita en el rosal,
la manzanilla en el huerto.

 

Asómate a la ventana
cara de limón florido,
y échale la bendición
al que ha de ser tu marido.

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De aquí no me saca nadie

Hacía pocos días que había tenido lugar uno de aquellos Creamfields Andalucía que se celebraban en Villaricos. Concretamente era martes, cuando en el Ayuntamiento de Cuevas de Almanzora descolgaron el teléfono con una madre preocupada al otro lado del altavoz. Preguntaba por su hijo, del que sabía que se había ido al festival que era el sábado en Villaricos y no había vuelto a tener noticia. Ya a martes era lógico la preocupación de la señora.

La policía local se puso en marcha buscando al chaval desaparecido. ¿Cómo encontrarlo? Pues megáfono en mano se fueron recorriendo todas las raves posteriores al festival que encontraron. Por ninguna iban teniendo idea de quién sería fulanito de tal. Hasta que en una alguien dijo que le sonaba y a lo lejos se alzó un perla para indicar que era él.

El individuo al principio no atendió a muchas razones y no quería llamar a su madre para contarle que estaba bien. Tras mucho insistirle se consiguió que hablara con ella. ¿Y por qué de esta actitud? Porque según se supo, había ligado en el festival y por lo visto llevaba mucho tiempo falto de mujer, que se diría él mismo de aquí no me saca nadie. :mrgreen: