Los roles en Tinder

Hace unos meses conté sucintamente de lo que va Tinder desde mi punto de vista. Pero en este tiempo he podido recopilar lo que, a mi modo de ver, son los principales roles tinderianos; lo que aburre, deambula o merodea por esta red social. Yo por mis orientaciones los voy a comentar referido a mujeres, pero según me han contado desde el sexo contrario es algo perfectamente extrapolable a hombres.

Vayan por delante un par de puntos que suelen cumplir la gran mayoría:

  • Negar por siempre haber estado en Tinder.
  • Buscar a alguien especial.

La muda. No se sabe si colecciona o la coincidencia con ella ha sido por error suyo. Jamás dirá una palabra, pasen semanas o meses. Hay una leyenda acerca de que una vez un tipo consiguió sacarle una palabra a una de estas características meses después del match.

La que no sabe borrar. Suele creer que desinstalar la aplicación del móvil es lo mismo que borrar la cuenta. Se han dado casos incluso de chicas con pareja que siguen teniendo cuenta y que se las encuentran los amigos de él, aunque ella supuestamente ya no la utilice… o la tenga poniendo cepos por si un casual…

La ennoviada. Es un caso muy poco habitual pero bastante curioso. Indica bien claro que tiene novio y que sólo busca hacer amistad, aunque las fotos parezcan de catálogo de biquinis o incluso estén hechos desde unos ángulos que jamás usarían para las fotos de la boda ni la foto que toda abuela enmarca.

La liberal. Aunque a simple vista parezcan perfiles únicamente femeninos, en realidad son perfiles hechos por parejas liberales, swingers, que buscan con quien jugar. Se caracterizan por ser los perfiles con las fotos más subidas de tono que se pueden encontrar y nunca enseñar el rostro. Además de que la descripción suele ser bien clara.

La meretriz. Más difícil de ver que el caso de la ennoviada. Al margen del tono de las fotos, suelen ser los únicos perfiles que acompañan una descripción lanzada con un número de teléfono. Vamos, que todo invita a pensar que son los clasificados del periódico.

La impulsiva. Se identifica especialmente por eso, por ser impulsiva. Nada más ocurra el match lanzará un bombardeo de preguntas para las que querrá respuestas al instante. Tiene una variante que se da fundamentalmente en fin de semana, que busca de manera precipitada conocer hombre para la noche del vía en curso. Si bien en los hombres esta variante es como un servicio de soporte: 24×7.

La espantadas. Experta por supuesto en «dar la espantá». Es un caso bastante frecuente y no importa si es durante las primeras frases, después de días de conversación o incluso después de haberla conocido; si es a mitad de estar hablando, mientras se ultima quedar al día siguiente o en unas horas de silencio en la comunicación. Pega la espantada de repente, sin explicación, sin despedida ni portazo. Hay casos aislados que en el proceso de huida bloquean cualquier posible vía de comunicación.

La honesta. Lamentablemente se da bastante poco. En lugar de una persona que da espantadas es una persona honesta, que además con bastante educación suele explicar su visión del proceso de acercamiento, si ve futuro y sus conclusiones. Natural como la vida misma.

La interrogadora. En cuanto se produce el match dispara el cuestionario cual ametralladora balas. No da tiempo ni a saludar. Es una impulsiva con el estoque siempre en una mano. Por supuesto, si se falla alguna de las cuestiones pega un salto en su contador de programa: goto espantá.

La incomprendida. Con algunas trazas de terrorista sentimental y otras de misinda, ni ella misma suele saber qué hace en Tinder. Cuenta que unos le declaran su amor en segundos, que otros sólo van a la carne, que ella sólo busca un buen chico,.. Le atormenta algo que no sabe ni quiere explicar, pero que hará estar presente constantemente. Tiene una variante caracterizada por ser chica de físico diez, que dice que sólo se fija en el interior, aunque sólo sepa darle al corazón con los canallas. Y otra variante, afortunadamente poco frecuente, de cansaalmas total.

La anónima. Utiliza un nombre por poner alguno, aunque a veces es sólo un punto (.). Normalmente ha creado una cuenta de Facebook exprofeso para Tinder, para evitar también que sus posibles candidatos sepan si hay amistades en común. Además no suele usar fotos de ella. Paisajes y animales son sus opciones favoritas. Luego no es mala gente, pero con tal identidad tiene muy complicada la coincidencia.

Travesti o transformista. Son realmente dos términos distintos, pero junto con la honesta, es de lo más irreprochable que se puede ver. Siempre indica su particularidad en la descripción. Y si no lo indica es porque en las fotos luce sin tapujos una barba que ya la quisiera yo.

Era de esperar que en un lugar donde podemos tener una amplia representación de la sociedad soltera en búsqueda (no siempre activa) en la palma de la mano, hubiera de todo. Pero nunca hay que olvidar que son mujeres y que merecen un trato y un respeto.

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